miércoles, 12 de agosto de 2015

Descansar: un compromiso con nuestra salud



Descansar: un compromiso con nuestra salud



Si algo tenemos en común los habitantes del siglo XXI, es la velocidad. La vida nos propone infinidad de retos a los que tenemos que responder: trabajamos, cumplimos con nuestras obligaciones y compromisos, cuidamos a nuestras familias. Intentamos ser mejores cada día, hacer las cosas bien, no defraudar a quienes nos rodea y no defraudarnos a nosotros mismos y así, día tras día, hasta que nos damos cuenta de que a pesar de nuestros esfuerzos empezamos a fallar, no por falta de voluntad, sino porque nuestro cuerpo y nuestra mente no están respondiendo como debe ser.

Posiblemente intentemos comer bien, hacer deporte, evitar las sustancias dañinas y aun así no nos hallamos al ciento por ciento. La respuesta en muchos casos es muy sencilla: nos encontramos agotados. El descanso se ha convertido en lujo. Las demandas del día a día aumentan y las horas siguen siendo las mismas 24 para responder a todo aquellos con lo que estamos comprometidos. El tiempo extra no se le puede quitar al trabajo, no puede salir de los momentos con los hijos o la familia. Así que de dónde sale? Del que se supone que debemos emplear en reposo. Cero minutos de quietud durante el día y menos horas de sueño para que las responsabilidades no nos atropellen. 

Pero descansar, aunque no lo tengamos tan claro, es una obligación de cuidado con nosotros mismos. En ese tiempo el cuerpo se recupera del estrés, de los excesos (sean de trabajo, de estudio, de actividad) y la mente logra equilibrarse. Igual que un motor que tiene que detenerse cada tantas horas para no quemarse, el cuerpo y la mente requieren reposo real, de calidad, para estar en forma y como en la cotidianidad es a veces imposible lograrlo, se debe intentar que la época de vacaciones este llena de esos momentos de descanso. Muchos cometemos el error de acumular tareas para “cuando tenga el tiempo”, es decir, para vacaciones y con ello lo que se consigue es aumentar más aun el agotamiento de esa maquinaria perfecta formada por nuestro cuerpo y nuestra mente y al regresar, seguir acumulando fatigas y exponiéndonos a una salud más frágil y una capacidad de autoprotección menor.

Por ello es importante parar. Es importante tener un espacio de corte para comenzar con fuerzas y energías renovadas, para permitir que nuestro cuerpo y mente se equilibren y sanen, porque si les damos la oportunidad, pueden hacerlo. Esta es una invitación para que nos tomemos en  serio el descanso, para que en esta época de vacaciones que se avecina, seamos responsables y justos con nosotros mismos y bajemos el ritmo, durmamos las ocho horas que nuestro cuerpo necesita, pasemos mayor tiempo con los seres queridos, hagamos una siesta reparadora, nos olvidemos de los trabajos y obligaciones pendientes y nos permitamos ser, no ejecutivos, no estudiantes, sino simplemente seres humanos que sienten, disfrutan y viven. El descanso no debe ser un lujo ni es, aun muchos lo piensen, una pérdida de tiempo. Es una inversión en salud y bienestar.


Fuente: Revista 5sentidos

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